El ensayo se realiza a partir de una diana terapéutica descubierta por el CNIC

La diana terapéutica ha empezado a probarse precisamente en la plataforma gallega de descubrimiento temprano de fármacos, que tiene su base en el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (Cimus) de Santiago y que está liderada por Mabel Loza y Ángel Carracedo dentro de la Fundación Kaertor. Será el objetivo hacia el que se dirigirán las 60.000 moléculas con que cuentan en la quimioteca del centro para comprobar si alguna de ellas presenta un efecto terapéutico y si, además, es segura. No solo eso, sino que también se ensayará para el mismo fin con el millón de moléculas que ha cedido el laboratorio AstraZeneca. «Tienen mucho interés en la investigación, porque descubrir un fármaco para la insuficiencia cardíaca es uno de los grandes objetivos de las farmacéuticas», explica Mabel Loza. Precisa, sin embargo, que los derechos del posible hallazgo se quedarían en el equipo madrileño-gallego. «No tienen parte en la propiedad, aunque la molécula candidata para diseñar el fármaco fuera de ellos», señala la investigadora.

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