Las herramientas genómicas permiten identificar nuevas dianas terapéuticas y sostener la medicina personalizada

Estaban condenados a entenderse. Y así lo hicieron. Mabel Lozadisponía en el CIMUS de la Universidade de Santiago de una amplia biblioteca de moléculas potencialmente terapéuticas, una fuerte infraestructura tecnológica para probarlas y una amplia experiencia de colaboración con la industria farmacéutica. Y Ángel Carracedo, desde el grupo de Medicina Xenómica, formado por 100 investigadores, el conocimiento para identificar nuevas dianas para atacar a las enfermedades, a partir de la genómica, sobre las que podían actuar los compuestos. La unión, fraguada hace cinco años y bendecida con una aportación de ocho millones de euros de la UE, es hoy un modelo de éxito y una referencia en España.

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